lunes, 15 de febrero de 2016

La del reflejo tras el cristal.

¿Nunca te has mirado al espejo y le has preguntado a esa del reflejo que está tras el cristal, quién es?
¿Nunca has sentido que la que se mueve no eres tú, si no que cada movimiento o acto lo hace esa desconocida que tiene aspecto parecido a ti?
Te asemejas a algo que te agrada, a algo que te gustaría ser, a una "cosa" que no eres tú. 
¿Y si no eres tú, quién es? ¿Ese reflejo que te observa cada mañana al despertarte?
¿Quién toma las decisiones? ¿Ella..., tú...?

Mírate a la espejo y dime si de verdad te reconoces, mírate a los ojos y dime si de verdad es así como quieres que te conozcan, como quieres ser de verdad, como necesitas que te vean.
Quizás sea eso, necesidad. Quieres gustar, quieres que te quieran, quieres mezclarte con esas personas que tachas de inalcanzables pero dejar las decisiones a una desconocida no es la mejor opción.
¿O acaso dejarías que alguien de la calle viniese a juzgarte y exigirte que hagas algo que realmente no quieres?

La otra cara del cristal es solo una ambición necia. Hay que tener cuidado con nuestro reflejo, ya que podríamos acabar al revés, y que la del espejo sea tu verdadero yo, mientras tu gemela está por ahí cometiendo errores por ti. 

Si te pierdes, encuéntrate; si quieres que te quieran, quiérete; si quieres agradar a todos, sé tú misma y encuentra a personas que sí merezcan la pena; si quieres ser algo que no eres siempre podrás intercambiarte con esa desconocida, pero cuidado... quizás si la dejas escapar, tú nunca puedas regresar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario